Fué una fría tarde de diciembre, quizás ya cercana a la noche. Había el mismo tráfico agitante de siempre y el mismo movimiento que tanto me gustaba. El frío me hacía tapar mi cara y llevaba mi abrigo favorito que compré en Londres por apenas unas 32 libras aproximadamente.

Yo sabía que algo cambiaría, y algo cambió. Volví a mi casa andando, a pesar que era un buen camino, pero necesitaba andar. La sensación era de emoción, era de las pocas veces que había sentido esa sensación que solo ves en las películas ,de un personaje feliz, que destaca entre la multitud que sigue sus vidas con prisas.

Ahora es 16 de Julio. Lo recuerdo como si hubiese sido un pequeño sueño. Y hoy, en mi habitación, en mi pueblo de siempre, sea la realidad. Como si no hubiesen pasado todos estos meses. Han sido simplemente un suspiro, que aveces dudo de si sucedieron un día o no. Y es que llegados a este punto, yo ya no sé nada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Translate